miércoles, 31 de agosto de 2016

Podcast #002 Agosto 30 Charles Spurgeon Dia




DEVOCIONALES INSPIRADOS EN “DIA Y NOCHE DE CHARLES SPURGEON”
30 de Agosto
Sal 27:14
“Espera en el Señor.”  
Puede parecer cosa fácil el esperar, pero es una de las posturas que un soldado cristiano no aprende sin invertir años de enseñanza. Marchando y marchando rápido es mucho más fácil para los soldados cristianos que mantenerse parados, quietos y en atención a la espera del llamado. Hay momentos de incertidumbre cuando el espíritu está dispuesto, ansioso y deseoso de servir al Señor, pero no sabe qué parte a tomar, si marchar con cautela, a paso rápido o simplemente de pie a la espera. Entonces ¿qué hacer? ¿Atormentarse a sí mismo por la desesperación, huir de regreso en cobardía, dar vuelta en la esquina por miedo, o correr hacia adelante neciamente? No, sino simplemente esperar. Espere en oración. Invoque a Dios, y extienda su situación delante de él; infórmele de su dificultad, y clame por la promesa de ayuda. En problemas entre obligaciones y derechos, es dulce ser humilde como un niño, y esperar con sencillez de alma en el Señor. Es bueno reconocer nuestra propia insensatez, y que ponemos todo nuestro corazón para ser guiados por la voluntad de Dios. Pero primero, espera en fe. Confía en el Señor firmemente; pues si esperas desconfiado, o sin Fe de que él tiene la mejor decisión para tu problema, eso no es más que un insulto al Señor. Cree, que si demora hasta la medianoche, aun así, llegara justo a tiempo; la respuesta llegará sin demora. Espera con paciencia y en silencio, no permitas hablar a la rebelión ya que te encuentras bajo aflicción, antes mejor que tu corazón bendiga a Dios por tu aflicción. Nunca murmures en contra de la segunda causa, como los hijos de Israel lo hicieron en contra de Moisés; Nunca desees volver de nuevo al mundo en tu desesperación, antes acepta la situación, tal como te es puesta, y ponla, de manera sencilla y con todo tu corazón, sin ningún deseo propio, en manos del Dios del pacto, diciendo " ahora, Señor, no mi voluntad, sino la tuya. Yo no sé qué hacer Señor; soy llevado cautivo al límite de mis capacidades; pero voy a esperar en ti hasta que detengas el diluvio, o hagas retroceder a mis enemigos. Voy a esperar en ti, si tú me mantienes muchos días, porque mi corazón esta clavado en ti, oh Dios, y mi espíritu espera por ti en la plena convicción de que tú aún quieres ser mi deleite y mi salvación, mi refugio y mi fuerte torre."

Hermanos, que este día sea un día lleno de convicción, de que, el Señor escucha a su pueblo, y que aunque parezca que se demora su respuesta, el señor no se demora, el señor llega justo a tiempo, para los que con paciencia le buscan. “Espera en el Señor: esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.”
Salmo 27:14, que Dios los bendiga hermanos en el nombre de nuestro Sr Jesús, hasta mañana.

martes, 30 de agosto de 2016

Podcast #001 Agosto 29 Charles Spurgeon Dia




DEVOCIONALES INSPIRADOS EN “DIA Y NOCHE DE CHARLES SPURGEON”
Agosto 29
“Ten piedad de mi, oh Dios.”   
Sal 51:1

Cuando el Dr. William Carey estaba sufriendo de una enfermedad peligrosa, se le hizo la consulta, de que, "Si esta enfermedad pudiera resultar fatal, ¿qué pasaje seleccionaría como el texto para su sermón fúnebre?" Él respondió: "Oh, siento que un pobre pecador no es digno de tener nada, dijo de sí mismo; pero si un sermón fúnebre debe ser predicado, que sea de las palabras, "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis transgresiones ", dijo esto citando el primer versículo del salmo 51. En el mismo espíritu de humildad dirigió en su testamento que la siguiente inscripción y nada más se deba grabar en su lapida:

WILLIAM CAREY, NACIDO EL 17 DE AGOSTO, 1761: MURIÓ -en la fecha que Dios lo llamó -
"Un gusano miserable, pobre, e indefenso
En tus tiernos brazos me quedo ".

El Dr. William Carey, fue un gran teólogo y precursor del nuevo sistema misionero por parte del ministerio Bautista de su época, y a pesar de su gran reputación como misionero, jamás se sintió honorable ante nuestro Sr. Dios.
Sólo sobre la base de la gracia gratuita, puede el más experimentado y más honrado de los santos acercarse a su Dios, entendiendo su gracia en el sacrificio de nuestro Sr Jesús. Los mejores hombres están conscientes sobre todos los demás que ellos son solo hombres, nada más.  Y así como los botes vacíos flotan alto, los barcos muy cargados son hundidos en el océano; de la misma manera, los mejores profesores pueden presumir de su intelecto, pero los verdaderos hijos de Dios, los verdaderos cristianos lloran por misericordia de su inutilidad. Tenemos necesidad de que el Señor tenga piedad de nuestras buenas obras, de nuestras oraciones, de nuestras predicaciones, de nuestras limosnas y de nuestras pertenencias. La sangre no sólo fue rociada en los postes de las casas del pueblo de Israel, sino en el santuario, el propiciatorio, y el altar; ya que como el pecado se introduce en nuestras cosas más íntimas, se necesita la sangre de nuestro Sr Jesús, en cada área de nuestra vida y nuestro ser, para purificarlas de cualquier contaminación.

Como observamos hermanos, ¿si necesitamos la misericordia de Dios para poder realizar correctamente nuestros deberes, cuanta más misericordia por nuestros pecados?
Recordemos, que la inagotable misericordia de Dios está a la espera de tener piedad de nosotros, para restaurar nuestras rebeliones y volver a la vida nuestros huesos secos.

Dios los bendiga este día, hasta mañana.

domingo, 28 de agosto de 2016

Mateo 2:13-23 - La matanza de los niños - Podcast #003


El libro de Mateo capítulo 2-b, Podcast #003
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.

domingo, 21 de agosto de 2016

Genesis 22 - La gran prueba de Abraham - Podcast #018

Libro de Génesis Cap. 22, Podcast #018
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba. Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano: Uz su primogénito, Buz su hermano, Kemuel padre de Aram, Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y Betuel. Y Betuel fue el padre de Rebeca. Éstos son los ocho hijos que dio a luz Milca, de Nacor hermano de Abraham. Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

Como hemos escuchado, tiempo después que Abraham despidió a Agar con su hijo Ismael, Dios habló a Abraham para probarlo. Dios estaba preparando la Fe de Abraham desde su primer encuentro en Ur de los Caldeos hasta este último acontecimiento, donde después de 50 años, Abraham nos dará a toda la humanidad la revelación de la redención a través de la cruz de nuestro Sr. Jesús. Santiago en su carta nos explica como Abraham ejecuta la fe con obras, Obras de la Fe, no obras de la Ley, en el Cap. 2 vers. 20-24 diciendo: “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.” Dios perfecciono la Fe de Abraham, para llegar a la obra de la cual hablaremos en este capítulo.
Dios habla con Abraham y le dice que tome a su hijo único, a Isaac, a quien Abraham ama y lo lleve a tierra de Moriah y lo ofrezca en holocausto en uno de los montes de aquel lugar que el Sr. Le mostrara.
Como sabemos Abraham no solo tenía a Isaac, tenía también a Ismael, pero Dios le dice que tome a su único hijo, al que ama, a Isaac. Dios separo a Ismael de Isaac, pues el heredero de la promesa era Isaac y el único en el que Dios cumpliría su promesa de bendecir a todas las naciones del mundo, porque de éste vendría nuestro Sr. Jesús. Aquí también encontramos la palabra amor, la cual es usada por primera vez en la biblia y con un contexto de sacrificio; en el evangelio de Juan 3:16 “nos dice: que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Creo que el primer mensaje de amor que Dios nos revela en su escritura, es el de un Padre hacia un hijo, Abraham tendría que enfrentarse a ese amor, y a esa confianza en Dios para hacer lo que hizo.
También es interesante saber, que el mismo monte donde se construyó el templo y donde nuestro Sr. Jesús entrego su vida, es el mismo donde Abraham estaba subiendo para entregar a su hijo en holocausto.
Abraham se levantó de mañana, atendiendo inmediatamente a la orden de Dios, preparo un asno, corto leña, tomo dos siervos y emprendió el viaje hacia el lugar donde Dios le había dicho, una vez allí, al tercer día de la excursión, ordeno a sus siervos esperar con el asno, y tomando la leña para el holocausto, la puso sobre su hijo Isaac, tomo también fuego y el cuchillo para el sacrificio, y subió Abraham juntamente con su hijo Isaac al monte para adorar al Señor. Recuerdo cuando era más joven, veía un programa de televisión donde pasaban una caricatura llamada la biblia, donde te pasaban caricaturas bíblicas, y recuerdo que cuando vi la historia de Isaac, siempre veía a un niño yendo con su padre anciano Abraham, pero la leña necesaria para un sacrificio de tal magnitud, es realmente mayor que la que solía ver en la televisión, Isaac, no era un niño, Isaac era un joven, de quizás 20 años o más, hay quienes aseguran que tenía 33 años. La edad de nuestro Sr Jesús cuando fue crucificado, pero el punto es que no era un niño indefenso a merced de su padre Abraham, era un joven lo bastante fuerte para cargar la leña la cual sería usada para su propio holocausto. En este pequeño versículo podemos encontrar bastantes similitudes entre nuestro Sr. Jesús e Isaac, siendo él quien carga su propia leña, siendo obediente a su padre subió juntamente a adorar a Dios. Isaac le pregunta a Abraham respecto al cordero, diciendo, no hay cordero para holocausto, y Abraham lo consuela diciendo Dios proveerá cordero. Y En efecto, Dios nos proveyó de cordero.
Cuando llegan a la sima y preparan el altar para el sacrificio, Abraham ata a su hijo Isaac y lo pone sobre el Altar. Isaac era un joven con la suficiente fuerza para huir del lugar y no permitir que su padre lo amordace y lo sacrifique, pero esta parte me encanta por parte de Isaac, Isaac confiaba en su padre, creo realmente que Isaac veía en su padre un hombre de Fe en Dios, un hombre que seguramente a lo largo de su vida le demostró su fe hacía con Dios, estoy seguro que vio poder revelador de Dios hacia su familia incontables veces, y esto lo convertía en un joven que sabía dejar las cosas en manos de Dios, Dios proveerá, y como siervo de su padre se entregó, mansamente, se dejó amordazar y recostar sobre el altar de leña. Cuando Abraham extiende su mano con el cuchillo para degollar a su hijo, Dios lo llama desde el cielo y le dice que se detenga.
Cuando hablamos de Isaac, podemos sacar muy buen partido de ejemplos mesiánicos, ejemplos de los cuales solamente el Mesías cumpliría, y es justamente en el sacrificio, en la última prueba de fe que Dios le hace a Abraham, que Dios detiene el sacrificio de Isaac, ya que el sacrificio del cual nosotros debemos siempre voltear, es el sacrificio de nuestro Sr. Jesús, aquél que como cordero manso se entregó humildemente a sus verdugos, los cuales lo inspeccionaron y dando de azotes lo llevaron hacia el monte de la calavera, donde 2 mil años antes Dios había prometido a Abraham un cordero, sin mancha, sin pecado, perfecto para la redención, no solo de un pueblo, sino de toda la humanidad. Nuestro Sr. Jesús, Santo es su nombre, Santo su sacrificio, muriendo una sola vez y para siempre.
Y cuando Abraham mira hacia sus espaldas, había un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, y Abraham lo tomo y lo ofreció en holocausto en el altar en vez que su hijo. Y Dios finalmente le reitera su promesa de que su descendencia sería incontable, como las estrellas del cielo y como la arena del mar, y en tu SIMIENTE serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Por último, en este capítulo se hace presente el nombre Rebeca, la que había de ser esposa de Isaac más adelante, nieta del hermano de Abraham llamado Nacor.
Hermanos, la Fe de nuestro padre Abraham fue de 0 a 100, Dios lo preparo para que en este último episodio en la vida de Abraham, resaltase su confianza hacia Dios. De la misma manera, Dios nos sigue preparando, día con día, con experiencias en nuestras vidas, con nuestras luchas, pero sobre todo con nuestras victorias, para poder ser perfectos en la fe, logrando obras en la Fe para la gloria de Dios.


Que Dios los bendiga hermanos esta semana, llevándolos en estas obras de la Fe a lo largo de ésta, y nos vemos en la próxima con un poco más.

domingo, 14 de agosto de 2016

Genesis 21 - El nacimiento de Isaac - Podcast #0017



El libro de Génesis Cap. 21, Podcast #017
Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo. Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo. Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez. Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac. Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo. Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo. Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente. Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba. Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto, y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró. Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación. Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho. Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco. Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.
Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces. Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado. Y respondió Abraham: Yo juraré. Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado. Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy. Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto. Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte. Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte? Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo. Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos. Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos. Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno. Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días. (Gen 21)

Como hemos escuchado, Dios visito a Sara como lo había prometido desde 25 años atrás, no por la gran bondad y paciencia de Sara y Abraham, o por su buen comportamiento que Dios cumple su promesa, sino porque Dios es fiel a pesar de Abraham y su mujer, a pesar de los errores de estos dos personajes Dios cumple su promesa y de una manera milagrosa. Siendo Abraham de 100 años y Sara de 90 y con un problema de esterilidad, nace Isaac; por gracia de Dios, para que ni Abraham y ni Sara se jactasen de haber engendrado a un hijo que traería reyes y príncipes a este planeta, sino para que, causando risa, den gloria a Dios por ese gran milagro y cumplimiento de su promesa.
Y cuando creció Isaac, y fue destetado, Ismael hijo de la egipcia Agar se burlaba de Isaac, y esto no le agrado en lo más mínimo a Sara, así que hablo con Abraham y le dijo que echara de su casa a la sierva y su hijo; y esto le pareció grave a Abraham. Recordemos que Ismael es también hijo de Abraham y lo que Sara le estaba pidiendo era algo muy delicado para la mente de un padre, pero recordemos, que la vida de todos los personajes de la biblia, del antiguo testamento, apuntan a nuestro Sr. Jesús y la redención de su pueblo, son sombras de lo que había de venir (Col 2:17).
Veamos algunas similitudes entre nuestro Sr Jesús e Isaac:
Nuestro Sr Jesús nació de manera sobrenatural, nació de una virgen llamada María (Luc 1:27), Isaac también nació de manera sobrenatural, de una mujer estéril ya anciana sin posibilidad de tener hijos naturalmente llamada Sara;
Nuestro Sr Jesús nació por la promesa de Dios de mandar a un Salvador a esta tierra (Deu 18:15), Isaac nació por la promesa que Dios hizo a Abraham quien le traería la descendencia incontable y de donde vendría nuestro Salvador, nuestro Sr. Jesús
Nuestro Sr Jesús nació siendo Rey de reyes y Señor de señores, Dios mismo quien no comparte su gloria con nadie, Dios celoso (Isa 42:8); Isaac nació con un hermano llamado Ismael y con el cual no compartirá su herencia.
Para entender un poco más esta situación entre Isaac e Ismael, tenemos que recurrir al libro de Gálatas donde Pablo nos ayuda a entender una alegoría, o paralelismo que se encuentra en ésta historia para a entender la libertad que ejercemos en Cristo Jesús, nuestro Salvador:
Pablo consternado por los judaizantes que se estaban infiltrando en la iglesia de Galicia, reprende a los gálatas preguntándoles que si habían nacido del espíritu o de la carne, ya que estos judaizantes estaban perturbándolos de guardar la ley de Moisés con obras, guardando días, cuidando comidas y lo más escandaloso, circuncidándose; así que Pablo les expone esta historia entre Isaac e Ismael para hacer entender que los hijos de la esclava son los de Agar la sierva, ya que Ismael nació por la carne, por el deseo de Abraham y Sara de ayudar a Dios, por medio de obras (como ya lo vimos en los podcasts anteriores), pero los hijos de la libre, o sea, los hijos de Sara son los hijos de la promesa, Isaac que nació por la promesa que hizo Dios a Abraham. En los tiempos de nuestro Sr Jesús los judíos se jactaban que eran hijos de Abraham, y con esto, hijos de la promesa, pero Pablo nos aclara que no son hijos de Abraham los que son por la carne, sino los que son por el espíritu diciendo: “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. (Gal 3:6-7)”, además les informa lo que dice la ley de sí misma: “Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. (Gal 3:10:12)”. Y concluyendo dice: que, si quieren ser parte de la esclava, se esclavizaran a la ley, forzándose a hacer todo lo que la ley dice, cosa imposible, ya que nuestro Sr Jesús en su gran poder fue el único capaz de lograrlo; pero que si somos de Cristo juntamente crucificados a la ley en su cruz, entonces somos libres de la maldición de la ley, para que todo lo que hagamos lo hagamos en el amor de hijo de Dios que murió por todos nosotros (Gal 2:19-20), aquellos que buscamos a Dios en espíritu y en verdad, no por obras. De tal manera, que nosotros nacidos del espíritu, somos hijos de la promesa e hijos de Abraham.
Así que Dios le confirma a Abraham que atienda a todo lo que Sarah le diga, ya que Dios esta en control de todas las cosas y él se encargará de Ismael, ya que en Isaac, Abraham tendrá descendencia. Y a la mañana siguiente Abraham tomo a la sierva y a su hijo junto con alimento y los despidió; y estando Agar y su hijo en el desierto les falto agua y al llorar el niño Dios los escucho y los llevo hasta donde había una fuente de agua y Dios bendijo a Ismael y Dios estuvo con Ismael, y éste fue tirador de arco y su madre le tomo mujer de la tierra de Egipto.
También escuchamos, como Abimelec se acerca a Abraham junto con el príncipe de su ejército llamado Ficol para hacer pacto con Abraham, ya que Abimelec observa que Dios está con él en todo lo que hace, y hace un pacto con él y sus descendientes en el nombre de Dios y hubo ovejas y vacas de parte de Abraham para Abimelec, además que Abraham separa 7 corderas para reclamar un poso que le habían quitado los siervos de Abimelec, a lo cual Abimelec atiende ya de una manera de amistad. Es muy bello observar como nuestro Padre Abraham hace amistad con un hombre que le quiso quitar su mujer, y que termina pactando con él, invocando el nombre de Jehová Dios eterno, sin remordimientos ni rencores. Asi como los hijos de Dios nos debemos ver en este buen ejemplo de Abraham.

Hermanos, el amor de nuestro Dios se refleja a través en su fidelidad, en su compromiso a sus propios pactos y promesas que hizo con la humanidad a través de los patriarcas viéndose cumplidos en nuestro Sr. Jesús, el cual es la manifestación de todo lo hablado en el antiguo testamento, en él vivimos en libertad, no para el pecado, sino para la adoración perfecta en espíritu y verdad que demanda nuestro padre eterno que solo es posible si nacemos del Espíritu.

domingo, 7 de agosto de 2016

Mateo 2:1-12 - La visita de los Magos - Podcast #002


El libro de Mateo capítulo 2-a, Podcast #002
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.

Disqus Shortname

Comments system