domingo, 26 de junio de 2016

Genesis 19 - Destrucción de Sodoma y Gomorra - Podcast #015


Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Mas él insistió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.

Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas lo que bien os parezca; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. Y ellos respondieron: hazte a un lado; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y cerraron la puerta. Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban buscando la puerta.

Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido grandemente delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha enviado para destruirlo. Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad. Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas. Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos. He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera. He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida. Y le respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la ciudad de que has hablado. Date prisa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.

El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar. Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal. Y subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de Jehová. Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno. Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.

Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él; porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. Entonces la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. Ven, demos a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. Y dieron a beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. Y las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los moabitas hasta hoy. La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre Ben-ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.


Como hemos escuchado, cuando Lot observa que los ángeles de Dios se acercaban a Sodoma urgentemente les invita a pasar la noche en su casa, Lot muestra una hospitalidad hacia estos hombres, que muy probablemente identificó que venían por parte de Dios. La hospitalidad no deja de ser importante para los que nos llamamos cristianos, el estar al servicio de nuestros hermanos, inclusive de aquellos que no pertenecen a la iglesia, nos conforma como herederos del reino de Dios (Mat 25:34). Lot demuestra ser el justo por el cual Abraham había orado a Dios en el capítulo anterior. Recordemos hermanos, que la obra de caridad hacia nuestros hermanos necesitados, es una obligación y viene ligada a ser cristiano, como dice el apóstol Pablo en su carta a Efesios: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”  

Los hospedó pues Lot en su casa y ates de ir a dormir, los ciudadanos de Sodoma fueron a la casa de Lot y exigieron a Lot que les entregase a los dos hombres que estaba hospedando, Lot les ofrece a sus hijas a cambio de estos hombres, pero estos rechazan su oferta. Hermanos, existe una palabra cristiana que deriva del nombre de esta ciudad Sodoma, la palabra es “Sodomía”, esta es utilizada para categorizar a las personas que tienes actos sexuales anormales, actos sexuales no naturales, esto es sexualidad entre dos personas del mismo sexo, o sexualidad heterosexual, pero practicando los mis actos anormales, ya que esto era lo que se practicaba en Sodoma y sus aledaños. Hermanos, debemos recordar, que estos dos ángeles fueron a Sodoma para comprobar que la maldad de este pueblo había llegado a su extremo máximo, a comprobar que el degenere de las mentes de estos hombres era de tal grado, que ni desde el más chico hasta el más grande de los habitantes estaban exentos de estos pecados, sobre todo, sexuales. La homosexualidad en estos días, es tomada como algo natural, como un derecho de expresión y tipo de vida, la cual, todos debemos aceptar y respetar, inclusive educar a nuestras nuevas generaciones a permitirse experimentar estos comportamientos, que no son más, que el degenere mental y corporal de nuestra personalidad. El pecado de degeneración sexual, en la palabra es aborrecido por Dios en gran manera, Levítico 18:22 nos dice: “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”, la palabra abominación, en el original significa, asqueroso. Para Dios este pecado, no solo es malvado, es algo que causa vómito, algo que no se puede contener en el estómago y es rechazado. Y algo que es muy peligroso, ya que, el pecado que colmó la paciencia de Dios, fue éste pecado sodomita, el que estos hombres quisieran meterse con los ángeles. El que Lot ofreciera sus hijas, en vez de estos ángeles, no lo podemos tomar como un ejemplo moralmente correcto, Lot no era perfecto, tenía sus errores, pero estos ángeles enviados de Dios no permitirían que eso pasara, así que hieren con ceguera a estos sodomitas, pues así ya estaban espiritualmente, ciegos para ver lo correcto y lo incorrecto, para ver lo permitido y lo no permitido. Y los ángeles ayudan a Lot y a su familia a salir de Sodoma, pero Lot se demora no midiendo la peligrosidad de sus actos, así como aquellos hermanos, que sabiendo que sus actos son pecaminosos y que Dios les ha hablado y les ha dicho: ¡Huyan de delante del pecado y no miren atrás!, ¡la muerte está al asecho y amplio es su camino!, pero desidiosos, viendo que no pasa nada, viendo que las advertencias de Dios son pura palabrería, se dilatan y no entregan su vida a Jesús. Hermanos la misericordia de Dios es enorme, pero tiene un límite y cuando ese límite sea rebasado el juicio de Dios vendrá a esta tierra sin misericordia alguna.

Lot huye a Zoar, una ciudad también pecaminosa y que Dios también tenía contemplada destruir por sus pecados, pero que no destruye por causa de Lot, al huir con su familia, su esposa voltea hacia atrás y se convierte en estatua de Sal, nuestro Sr Jesús menciona a la mujer de Lot en Lucas 17:32 poniéndola como ejemplo en el día del juicio de Dios, para no hacer lo que ella hizo, voltear hacia atrás, regresar a nuestra vida cómoda pero pecaminosa, regresar a tras porque se nos ha olvidado algo muy importante, más que nuestra propia vida, porque aquel que ame más su vida en este mundo la perderá, pero aquel que la guarde apartada de este mundo la salvara.



Lot huye aún más lejos de Zoar, al monte él y sus hijas porque tuvo miedo de la destrucción. En este lugar sucede un acto muy pecaminoso, Lot tiene relaciones sexuales con sus hijas, Lot huyó del pecado de Sodoma, pero el pecado lo alcanzo hasta el monte donde estaba habitando en ese momento para protegerse de la destrucción que trajo Dios a Sodoma. Y este acto vergonzoso es integrado a la biblia, para dejarnos ver, que no hay manera de huir del pecado, de esconderse del pecado, de la maldad que tenemos intrínseca en nosotros mismos, la única manera de vencer el pecado, es escuchando a Dios en todo momento, y no queriendo ayudarle a resolver nuestros problemas. Si nosotros caminamos con integridad en lo que nos marca Dios, con paciencia y amor a todos sus mandamientos, él nos fortalecerá, bien dijo Pablo lleno del espíritu Santo en su carta a los Filipenses “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil 4:13)” También la embriaguez, es algo que no ayuda al hombre en mantenerse integro en la palabra de Dios, esta embriaguez causo que Lot cometiera este acto incestuoso con sus hijas, que de haber estado sobrio, jamás lo haya hecho. Sabemos de tantos testimonios de personas que se arrepienten de sus actos pecaminosos, que por estar bajo la influencia del alcohol o cualquier otra sustancia que inhibe tu cordura, se ven involucrados en actos vergonzosos y en muchas ocasiones tan traumáticos, que los lleva desde la depresión hasta la cárcel si no es que hasta la muerte.

De este acto incestuosos de Lot y sus hijas nacieron dos pueblos que serían grandes enemigos del pueblo escogido de Dios, de los Israelitas. Los Amonitas y los moabitas.



Hermanos deseo de todo corazón, que volteemos a nuestro alrededor y veamos cómo hay maldad en el mundo, hay corrupción el mundo, hay desenfreno y promiscuidad en todos nuestros jóvenes; tomemos carta en estos asuntos, que son de la iglesia local de cada región de este mundo y no permitamos que el gobierno y el mundo en sí, eduquen nuestras nuevas generaciones con el degenere y maldad con la que se vive el día a día en este planeta tierra.

Que Dios los bendiga esta semana, y si Dios lo permite nos vemos en la próxima con un poco más, en el nombre de nuestro Sr. Cristo Jesús. Amén.

domingo, 19 de junio de 2016

Genesis 18 - La gran visita de Abraham - Podcast #014



Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y cuece unos panes. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron. Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él. Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré. Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta. Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.

Como hemos escuchado, Abraham estaba sentado a la puerta de su tienda, como esperando atender a alguien, como que recibiría una gran visita; cuando de repente alza sus ojos y mira a 3 hombres que pasaban junto a su aposento, Abraham no tardo en levantarse y atenderlos de inmediato. Sabemos que esto era una costumbre de aquel lugar en aquella época, pero la hospitalidad es una virtud, y nuestro padre Abraham la tenía. Dice la carta a hebreos en el cap. 13 Vers. 2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.” Y es que en verdad Abraham hospedo seres celestiales vestidos de hombres, por lo menos dos Ángeles y a nuestro Sr. Jesús. En el evangelio de Mateo Cap. 25, nuestro Sr Jesús nos dice: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí… Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.” Hermanos, el Espíritu Santo toca a nuestra puerta trayéndonos la obra de nuestro señor Jesús a nuestros corazones, seamos hospitalarios con aquellos que traen las buenas noticias a nuestra vida, recibámoslos con regocijo como Abraham se regocijo cuando vio a nuestro Sr. Jesús (Juan 8:56).
También escuchamos, que Dios nuevamente le reitera la promesa a Abraham de que tendrá un hijo con su esposa Sara, pero esta vez Dios quiso que Sara escuchara. Sara estaba en la tienda cerca de donde ellos estaban platicando; y Sara escucho, pero cuando escucho la promesa de Dios, se rió, no se burló de Dios, pero si dudo de su cumplimiento. Es posible que Sara no supiera que era Dios mismo el que estaba hablando con Abraham, pero cuando se dio cuenta que el hombre con el que su esposo hablaba escucho su risa, se avergonzó. Aves nos es difícil creer ciertas cosas que Dios nos ha prometido, sobre todo cuando ha pasado mucho tiempo, y muy probablemente nuestra Fe se empieza a enfriar, la duda viene a nuestra mente y entonces podemos caer en debilidad espiritual y estar a la merced del enemigo. En este ejemplo bíblico Dios nos muestra que si él ha dicho algo, él lo cumplirá, no a nuestro tiempo, sino a su tiempo.
Entonces se levantaron los hombres y miraron hacia Sodoma, y dos de ellos se apartaron hacia Sodoma y Gomorra mientras que Dios se queda con Abraham y le explica que por el pecado de Sodoma y Gomorra que va en aumento él los destruirá. Hermanos Dios soporta a los pecadores, dice la palabra en el evangelio de Mateo Cap. 5 ver. 44 y 45 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Dios le brinda una oportunidad a Abraham para interceder por estos pecadores a los cuales les viene juicio. Muchas veces, vemos como se divierten todos aquellos que hacen maldad y disfrutan de las bondades de la tierra, y no parece que Dios haga diferencia entre sus hijos y aquellos que infringen la palabra de Dios; pero Dios todo lo ve, y solo Dios sabe en qué momento aquellos que hacen iniquidad vivirán la ira de Dios; ahora la ira de Dios, no es cualquier cosa hermanos, es algo eterno, es un sufrimiento eterno, es por eso que Dios nos da la oportunidad de Orar por los pecadores, Orar por que Dios tenga misericordia de ellos así como Abraham Oró por los habitantes de Sodoma y Gomorra.
Ahora, observemos que Abraham Oró a Dios, que si hubiesen unos cuantos justos en estas muy habitadas ciudades, Dios les perdonara la vida a los injustos, no porque los injustos merezcan vivir por sí mismos en su maldad, sino por amor a los justos que estén habitando en esas ciudades. Hermanos, esto nos debe recordar a aquel justo que murió por los injustos para traernos a todos la salvación, no porque nos merezcamos la vida a través de nuestra injusticia, sino porque Jesús obedeció perfectamente la palabra de Dios hasta la muerte y su justicia satisfizo la exigencia de Dios. No morimos, porque el murió por nosotros. Gloria a nuestro Sr Cristo Jesús.


Que tengan una bendecida semana hermanos, y nos vemos en la próxima con un poco más. 

domingo, 12 de junio de 2016

Genesis 17 - La circuncisión, Señal del pacto - Podcast #017



La circuncisión, Señal del pacto.
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y estableceré mi pacto contigo, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de multitud de naciones. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto contigo, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
Éste es mi pacto, que guardarás entre yo, tú y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre yo y vosotros. Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje. Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo. Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto. Dijo también Dios a Abraham: A Saraí tu mujer no la llamarás Saraí, mas Sara será su nombre. Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella. Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y sonrió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir? Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene. Y acabó de hablar con él, y subió Dios de estar con Abraham. Entonces tomó Abraham a Ismael su hijo, y a todos los siervos nacidos en su casa, y a todos los comprados por su dinero, a todo varón entre los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. Era Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de su prepucio. E Ismael su hijo era de trece años, cuando fue circuncidada la carne de su prepucio. En el mismo día fueron circuncidados Abraham e Ismael su hijo. Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado del extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.
Como hemos escuchado, Dios visito a Abram después de 13 años del nacimiento de Ismael para confirmarle su promesa; la promesa de una descendencia innumerable a través de Saraí, y la tierra prometida.
Dios habla con Abram y le dice, que él es el Dios Todopoderoso y que camine delante de él y sea perfecto, Cuando Dios se describe como todopoderoso, nos está diciendo que él todo lo pude, él es autosuficiente y que nada es difícil para él (Gen 18:14, Deu 10:17, Sal 115:3, Jer 32:17) y le dice a Abram que camine delante de él, esto es, que camine confiado delante de él, con sus preceptos y mandamientos. En la carta a Hebreos Cap. 12 vers. 28 nos dice el autor, que seamos gratos con Dios sirviéndole con temor y reverencia. Entendiendo esto que dice el autor, que hay un galardón para todos los que caminan bajo los preceptos de Dios. Dios le pide a Abram que sea perfecto, pero Abram por sus fuerzas no puede ser perfecto, es por eso que Dios se presenta como lo que él es, Todopoderoso, donde si Abram camina por el camino que Dios le marque, Dios estará detrás de Abram, como un padre está detrás de su hijo cuando está empezando a caminar, por eso Pablo le dice a los Filipenses en el cap. 4 Ver. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece: también nuestro Sr. Jesús en Mateo Cap. 19 Ver. 26 nos dice, con los hombres esto es imposible, pero con Dios todas las cosas son posibles. Esto lo dijo cuando hablaba de como entrar en el reino de Dios. Hermanos, Dios está para Abram, como está para todos nosotros, para que confiemos en él y en su autosuficiencia para que todas las cosas nos salgan bien, para que seamos perfectos delante de Dios, completos delante de él.
Y Dios establece el Pacto con Abram, y le cambia el nombre de Abram a Abraham ya que el Pacto tiene que ver con el significado de su nombre, Abram significa Padre Excelso y Abraham Padre de Multitudes. Dios le cambia el nombre a Abraham y con esto también cambia su destino; porque somos hijos de la promesa, somos hijos de Abraham, no por la carne sino por el espíritu (Gal 4:25-31).
Y Dios le confirma la tierra de Canaán a Abraham y su descendencia a través de Isaac, así como Dios será su Dios por sus generaciones para siempre.
Y la señal de este pacto es la circuncisión, todo hombre que este con Abraham deberá se circuncidado desde sus siervos hasta sus hijos, todo aquel que no se circuncide será cortado del pueblo, pues en ese mismo momento ha violado el pacto de Dios. Esta señal la deberán de llevar todo su pueblo por perpetuidad, así que, a los 8 días de nacido cada varón deberá ser circuncidado. La circuncisión tiene un paralelismo con el bautismo cristiano que llevamos en nuestros Días. En los tiempos de Abraham todo varón que se circuncidare entraría al pacto de Dios, así los niños de 8 días de edad eran circuncidados para que estuvieran dentro del pacto, pero conforme iban creciendo debían caminar delante de Dios, delante de sus preceptos y mandamientos para no ser desechados, pues la circuncisión es solo la señal, no es el pacto en si, por eso Pablo nos dice en Romanos 4:11 “Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia”. Pablo también nos explica en Col 7:19 “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.”, esto lo dijo porque la circuncisión no es la de la carne, sino la del corazón. Jesús dijo en Juan 3:3 “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Los judíos seguían este pacto de circuncidar su carne, pero Jesús le dijo a Nicodemo, que debían nacer de nuevo, también le dijo más adelante en el ver. 5 “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Pablo nos dice en Romanos 28 y 29: “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios." Jesús dijo en Juan 4 23: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Como podemos apreciar, tanto la circuición de Abram y todos sus descendientes de carne, no es nada, como también todos los cristianos bautizados no es nada, si no tenemos circuncidado nuestro corazón, estos dos actos son señales, pero la salvación se sujeta del que camina bajo su palabra, el que adora en espíritu y verdad al Dios Todopoderoso.
También Dios le dice a Abraham, que su mujer Saraí, ya no se llamará mas así, sino que su nombre será Sara, la diferencia del nombre es que Saraí tiene una terminación posesiva, Mi princesa o mi señora, y Sara es simplemente Princesa o Señora, sin posesión. De tal manera que Sara es Princesa o Señora de multitudes.
Cuando Abraham escucho que Sara tendría hijo ya mayor y él también ya mayor por parte de Dios sonrió, pero no de burla, sino de felicidad. ¿Imaginarse un hombre de 100 años tener un hijo con una mujer de 90?, ¿no es motivo de gran felicidad y asombro?  Y Abraham le pide a Dios, que no se olvide de Ismael, entonces Dios confirma sus palabras y le dice que Sara tendrá un hijo el año entrante y se llamara Isaac, que traducido significa Risa y Dios confirmará su pacto con él, en cuanto a Ismael Dios bendecirá a Ismael, lo fructificara y lo multiplicara, pero le reitera que el pacto será con Isaac.
Cuando Dios dejo de hablar con Abraham subió al cielo, y Abraham empezó a circuncidar todos los prepucios de los varones que habitan con él, desde sus siervos hasta su hijo Ismael y Abraham mismo.
Hermanos, todo lo que hemos visto respecto a este pacto, es toda la estructura del nuevo pacto:
Nuestro Señor Jesús, a través de su sacrificio nos introduce al nuevo pacto, un pacto mayor que el que tuvo Abraham y Moisés respectivamente, ya que no es un pacto de obras, ni un pacto con una señal de carne, sino un pacto de Fe y una circuncisión del corazón, que nos lleva a buenas obras y obediencia a los preceptos de Dios, pero en su profundidad espiritual. El bautismo es solo sumergirse en agua, pero el concepto cristiano va más allá de solo sumergirse, contiene un misterio de poder de Dios transformador para todos aquellos que lo buscan en espíritu y verdad, aquellos que tienen un corazón circuncidado. Oro por todos aquellos que se dicen cristianos, tengan el privilegio de vivir esta transformación, la de nacer de agua y de espíritu, tener la obediencia de bautizarse, así como Abram obedeció a Dios inmediatamente al circuncidarse la carne de su prepucio por su Fe, por la fe en su simiente que traería a Cristo Jesús, hijo de Dios y Dios nuestro y entrar en el pacto de Dios.

Hasta la próxima semana hermanos, que Dios los bendiga.

domingo, 5 de junio de 2016

Genesis 16 - El nacimiento de Ismael - Podcast #012



El nacimiento de Ismael
Y Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
Al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.
Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.
Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael. Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.

Como hemos escuchado, Saraí esposa de Abram le ofrece a su esposo su sierva Agar para que se llegue a ella y entonces pueda tener Saraí un hijo para su esposo. Habiendo vivido hasta ese momento 10 años en la tierra de Canaán, 10 años desde que Dios prometió a Abram tener una gran descendencia; cuando Abram se llegó a Agar y ésta concibió. La impaciencia por parte de Saraí de seguir estéril después de 10 años desde que Dios le prometió a Abram descendencia, la orilló a pensar que podría ayudar a Dios, a pensar que quizá Dios le daría un hijo a través de su sierva Agar; algo que no era muy descabellado en aquella época, una costumbre muy común entre los pueblos de aquella época, pero Dios había sacado a Abram de los pueblos paganos, inclusive de su propia parentela, para hacer de Abram una nación para Dios, una nación que seguiría su consejo y caminaría por los senderos que Dios les marcase. Dios no había dicho nada respecto al día y la hora en que Saraí concebiría, pero la promesa estaba. Es algo muy similar cuando nosotros pensamos que nuestro Sr. Jesús ya se tardó mucho en regresar, dejamos de clamar en nuestras oraciones por su regreso, dejamos de estar velando su llegada, ponemos principal atención a nuestras necesidades inmediatas, como tener una carrera, un trabajo, una casa, una esposa, o un hijo, pero quitamos nuestra mirada al cielo y nuestra esperanza se limita en cosas terrenales, pasajeras y que no nos vamos a llevar cuando muramos.
Tanto Abram como Saraí, cometieron el error de la desesperación, de la impaciencia y cuando se vieron en el problema que ellos mismos habían provocado, Saraí pide justicia por parte de Dios entre Abram y ella para quitar la afrenta que Saraí tenia por causa del ensoberbecimiento que teína Agar contra Saraí; Agar miraba con desprecio a su señora Saraí, ya que esta tenía un hijo de su esposo en su vientre. Agar actuó mal conforme a su posición, ella era una sierva y debía obediencia a sus amos, ella no era dueña de nada ni siquiera de su propio hijo.
Saraí empezó a tratar mal a Agar, a ser más dura con ella ya que Agar estaba en rebeldía. Y Agar huye de la casa que la protegía, de la casa de Abram y Saraí, y al huir El Ángel de Jehová la encuentra en una fuente de agua en el desierto. Agar huía de su responsabilidad, de su posición que Dios le había dado con Saraí, pero Dios sale a su encuentro, como Dios sale a nuestro encuentro, cada vez que huimos de nuestro problemas y responsabilidades, y nos pregunta, ¿dónde estás?, de ¿dónde vienes y a dónde vas? Vuélvete de dónde vienes y ponte sumisa a tu ama Saraí, esto le dice Dios a Agar. Lo que no sabía Agar es que habiendo salido así de la casa de sus amos lo único que encontraría sería la muerte, una mujer sola en el desierto en aquella época era mucho más peligroso de lo que nos imaginamos, Agar no sabía lo que estaba haciendo y Dios la encuentra y regresa a casa de su Ama y también la bendice, le dice que el hijo que tendrá se llamara Ismael ( el cual significa Dios Escucha) porque Dios escucho la aflicción de Agar, le dijo también que su descendencia sería tan grande que nadie la podría contar pero que su hijo saldría a delante a pesar de que tendría una vida dura “Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará”.
La misericordia de Dios es tan bella y grande, que a pesar que cuando un cristiano se ve envuelto con el pecado y huye de su responsabilidad tratando de no sufrir las consecuencias de sus actos, buscando la paz que todos anhelamos, Dios sale a nuestro encuentro para regresarnos por el camino íntegro y correcto que él ha marcado para nosotros, a pesar de nuestros pecados y nos recuerda el galardón, que será sobre manera grande y que vivir una vida integra en nuestro señor Jesús, está más llena de paz y felicidad que huir de nuestras responsabilidades.
Finalmente, Agar reconoce que aquel que le está hablando es Dios mismo y llamo a aquel pozo “Pozo del viviente que me ve”. Hay muchos comentarios que dicen que este Ángel que se le presento a Agar era nuestro Sr Jesús antes que se encarnara en María, un Ángel que habla con autoridad y como si fuera Dios mismo.
Agar volvió a casa de Abram y Saraí y dio a luz a Ismael cuando Abram era de 86 años.

Hermanos, que Dios los bendiga esta semana y recuerden que las promesas de Dios se cumplirán en su perfecto tiempo, mientras tanto velemos por aquel que prometió regresar por su pueblo, como un esposo que viene por su esposa para llevarla a su nueva casa. Hasta la próxima semana. ¡Amén!

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