domingo, 29 de mayo de 2016

Dios promete a Abram un hijo. Podcast #11


Dios promete a Abram un hijo.
Después de estas cosas vino la palabra de Dios a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra. Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar? Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no partió las aves. Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba. Más a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él. Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.
Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates; (Génesis 15)

Como hemos escuchado, Dios le promete a Abram ser un escudo para él, un escudo que lo protegería de todo mal, de todos sus enemigos, un escudo que protegería a su pueblo escogido para confortar sus temores en la vida.
Abram se queja con Dios por la falta de un hijo que pueda heredar su gran tesoro y bendición; en nuestra desesperación podemos llegar a reclamarle a Dios por algunas cosas en las que hemos tenido perseverancia en oración y necesidad de respuesta de parte de Dios, y no pasa nada. Hermanos, la fe de Abram y su queja, fue por no tener heredero que llevara su simiente al cumplimiento de la promesa de por parte de Dios de mandarnos a nuestro señor Jesús, a nuestro Cristo. Abram sabía que por medio de él vendría el hijo de Dios, porque si Abram solo tenía la queja con Dios por su sola carne, por su sola necesidad de tener un hijo para su satisfacción carnal, entonces no haya sido un acto de verdadera FE de verdadera justicia (Rom 4:18-25) “Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por justicia. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.”. Nosotros hermanos tenemos la gran promesa de Dios en Cristo, y aunque hay aflicción en este mundo y necesidades, nuestra necesidad primordial ya fue satisfecha, ya fue dada, nuestro temor espantado. Cristo Jesús ES, nuestro consuelo y nuestra respuesta a nuestras oraciones.
También Dios le confirma su promesa a Abram de que aquella tierra será de él y toda su descendencia. Y Dios constituye pacto con Abram, un pacto que en aquellos tiempos era muy común entre los hombres, un pacto en el cual se partían animales por la mitad, y cada mitad se colocaba enfrente de la otra formando un camino, los pactantes debían pasar por este camino confirmando el pacto en el que ellos se habían voluntariamente impuesto (Jer 34:18-20). Era una forma de sellar un pacto, de comprobar que había obligación por ambas partes en su cumplimiento. Cuando Dios le pide a Abram que elabore este pacto partiendo los animales por la mitad, Abram espero pacientemente la acción de Dios en este pacto, mientras tanto espantaba las aves de rapiña que descendían a comer los cuerpos de los animales. Más pasada la tarde Abram le acogió un sueño profundo y temor enorme, Dios le informa a Abram de 3 cosas que vendrían más adelante:
1 La descendencia de Abram moriría en tierra extranjera, sería esclava y oprimida por 400 años. Pero la esclavitud de los hijos de Abram no es como la de los impíos, pues hay un propósito redentor en cada sufrimiento enviado por parte de Dios a los que le pertenecen. Muchas veces Dios permite que el enemigo nos toque, nos aflija inclusive hasta la muerte, pero nuestra aflicción y sufrimiento jamás será comparada con la de los impíos, pues cualquier carga que nos llegue a pasar, viene por la mano de Dios con su justicia a los que somos de él.
2 Dios juzgará al pueblo que afligió a los hijos de Abram. Tarde que temprano, la justicia de Dios se realizara a toda carne, y aquellos que hayamos sido afligidos por causa de su nombre seremos también justificados.
3 Finalmente, la liberación de su pueblo con grandes prodigios y riquezas y el retorno a Canaán.
Creo que es misericordioso por parte de Dios ocultarnos nuestro futuro próximo, el futuro con nuestros hijos y las personas que vendrán después de estos. A cada día su propio afán y mientras tanto mantengámonos en la Fe en aquel que traspaso el lugar santísimo y está sentado en el trono.
Por último, escuchamos que una antorcha de fuego paso por entre los animales mientras Abram dormía, de tal manera que Dios pacta con Abram sin que Abram pase por entre los animales, ya que el cumplimiento de este pacto no dependerá de Abram, sino de Dios.

Hermanos, que Dios los bendiga esta semana, recuerden que si Dios nos ha tomado como sus hijos, si Dios nos ha introducido en su pacto a través de nuestro Sr Cristo Jesús, no hay nada ni nadie que pueda evitar su cumplimiento. Nos vemos en la próxima semana con un poco más. Amen.

sábado, 21 de mayo de 2016

La victoria de Abram y el rescate de Lot #010


La victoria de Abram y el rescate de Lot.
Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.
Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron. Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas, a los zuzitas, a los emitas, y a los horeos, todos estos que se rebelaron en contra de Quedorlaomer y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo.
Y entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim, que es el Mar Salado;  cuatro reyes contra cinco.
Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.
Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.
Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.

Como hemos escuchado, cuando Abram habitaba en la tierra de Canaán los reyes de aquella tierra tendrían guerra en contra de una unión de reinos que dominaban el mundo antiguo dirigidos por Quedorlaomer Rey de Elam, estos reinos habitaban en lo que hoy conocemos como la Babilonia antigua, Grecia y Roma antigua, en total eran 4 Reyes en contra de los 5 reyes de Canaán en el área donde habitaba Lot principalmente.
Cuando se movilizaron los reinos comandados por Quedorlaomer para atacar a los reyes de Canaán, atacaron primero a otros 6 pueblos que se habían revelado en contra de ellos, esto es, en contra de Quedorlaomer y sus aliados, y terminando la guerra victoriosamente en contra de estos traidores, salieron a la batalla los 5 reyes de Canaan, o sea, el rey de Sodoma donde habitaba Lot, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zaboim y el rey de Bela, justo en el valle de Sidim, el cual es el mar Salado, o mar muerto como lo conocemos hoy. Y menciona la biblia que este terreno estaba lleno de posos de asfalto en los cuales cayeron los reyes de Canaán cuando estaban huyendo. Así que, estos reyes de Canaán perdieron la batalla y huyeron. Así que los reyes tomaron todas las posesiones de los Cananeos y se llevaron prisionero a Lot entre sus pertenencias.
Pero uno de los que escaparon, vino hasta donde habitaba Abram, y Abram cuando escucho lo de su sobrino Lot armo a los criados de su casa, un total de 318 personas y salió y los embosco por la noche y los persiguió hasta el Norte de Damasco, y recupero todos los bienes de los reyes de Canaan y a su sobrino Lot.
Y finalmente escuchamos, que cuando venía de regreso Abram de la batalla, Salió a recibirlo el rey de Sodoma y Melquisedec Rey de Salem Sacerdote de Dios Altísimo y lo bendijo con Pan y Vino “Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano.”  Melquisedec Rey de Salem, rey de Jerusalén, rey de paz, rey de justicia rey de la tierra prometida para Abram por parte de Dios; de este personaje no se habla mucho, tal como nos corrobora la carta a hebreos en el capítulo 7: “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”. Este sacerdote sin principio ni fin, que solo sale de la nada a bendecir a Abram, quien intercede por Abram y quien habla por sí mismo con Dios, nos inspira verdaderamente a elevar nuestros pensamientos a Cristo Jesús, quien puede interceder por ti ante Dios, y quien pide directamente a Dios por ti. Nuestro sumo sacerdote Eterno e indestructible (Heb 7:16), a quien Abram le dio el diezmo de todo por gratitud, porque Abram gano la batalla en contra de los 4 reyes y no la gano solo, la gano porque la mano de Dios estaba con él. Cuando nosotros recibimos una bendición, cuando nos hemos propuesto hacer algo y lo logramos, cuando oramos y nuestras oraciones son escuchadas, cuando sabemos que tenemos a un intercesor que ora por nosotros constantemente, ¿no debemos ser gratos? ¿más que Abram?, recordemos que estos eran hombres comunes, representantes de lo que había de pasar en Jesús cuando Jesús tomo el pan y el vino, el alimento para nuestras almas, mientras que Abram y sus aliados satisficieron sus entrañas nosotros satisfacemos el alma. Cuanto no debemos de dar, cuanto si no es todo, pues somos de su propiedad, comprados por su sangre.
También el Rey de Sodoma, quiso agradecer el favor de Abram ofreciéndole bienes; pero Abram siendo ya rico por gracia de Dios, no permitió que un Rey malvado se tomara el papel de pagar algo que venía por parte de Dios. Esto nos enseña, que no podemos recibir dinero o regalos de cualquier persona, más cuando sabemos que son personas que sus bienes son mal habidos, pueden venir a dar diezmos u ofrendas por alguna oración o buen acto del hermano cristiano, pero el favor de Dios no tiene precio y nosotros debemos saber con que corazón lo hacen y de donde procede su regalo.
Hermanos, las guerras son acontecimientos constantes en la vida humana, lo vemos que, desde el principio de la existencia del hombre las guerras tienen lugar en cada tribu, cultura, nación, lengua, y son desafortunadamente provocadas por el amor al Poder, hay quienes defienden su territorio, y hay quien lo ataca, uno por mantener lo que cree que es suyo y el otro conquistar lo que cree que por su fuerza le pertenece. Miremos en Abram que confía en Dios, y que, si Dios nos ha dado algo, él se encargara de mantenerlo. Nunca olvidemos la gracia que Dios tuvo con nosotros al darnos al sumo sacerdote nuestro Sr. Cristo Jesús, el regalo más grande y necesario para vivir esta vida. Su ejemplo de vida debe ser la base para formar la nuestra, la vida basada en el amor, el amor A Dios sobre todas las cosas, y el amor al prójimo como a uno mismo.

Que Dios los bendiga hermanos esta semana en el nombre de nuestro Sr. Cristo Jesus y nos vemos en la próxima con un poco más. Amén.

sábado, 7 de mayo de 2016

Abram y Lot se separan #009


Abram y Lot se separan.
Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot. Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro. También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas. Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.

Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.

Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Dios a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro. Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Más los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.

Y El Señor dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que, si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.
Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Dios.


Como hemos escuchado, cuando Abram dejo Egipto llego a la tierra de Canaán con mucha riqueza, la palabra riqueza en el original significa “pesado”, y ciertamente, el tener dinero implica un gran peso al que lo posee. Por lo general, la riqueza necesita atención, inversión, contratos, negocios, empleados... Abram tenia ciervos y estos le manejaban sus riquezas, y en lo que defendían éstos las posesiones de su amo Abram, los siervos de su vecino Lot defendían las de éste último.  Así que, cuando empezaron las contiendas entre siervos, Abram hablo con Lot para separarse y no tener contiendas por sus posesiones, y le dio a escoger entre el terreno la parte que él deseara. La parte que quisiera Lot, Abram la respetaría y él iría al lado contrario para vivir en paz. Abram, reconoce que su fortuna es por gracia de Dios y no teme el dar parte de su terreno a su sobrino Lot, pues él sabía que todo le pertenece a Dios. Ates que todo vivir en Paz. (Rom 12:18)  Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.

Lot vio toda la tierra y escogió aquella que estaba cerca de Sodoma y Gomorra, aquella que tenía hermosos prados y a la vista era muy atractiva. A Lot le importo poco los habitantes de aquellas tierras los cuales los califica la biblia como malos y pecadores en contra de Dios. Lot uso su vista y sus sentidos para satisfacerse con lo que tenía enfrente sin antes pedir a Dios consejo. Nosotros como cristianos, sabemos que no debemos guiarnos por las apariencias, sobre todo cuando sabemos que algo está siendo manipulado por personas perversas. Para quitar esas apariencias usamos el filtro de la oración, y Abram nos da un ejemplo de paciencia y confianza en Dios, Abram sabía lo que le pertenecía y confiaba en Dios.

Finalmente, cuando Abram y Lot se separan, Dios habla con Abram y le confirma su promesa, la promesa de que todo aquel terreno seria de él y toda su descendencia, y le agrega que su descendencia seria como el polvo de la tierra, y que si alguien puede contar el polvo de la tierra, entonces podrá contar su descendencia. Dios le afirma a Abram que él está en control de las cosas, que a pesar de tener conflicto con su sobrino Lot, Dios es el guarda de todo lo que le pertenece.

Hermanos, cuando algo viene de Dios, cuando hemos recibido una bendición; lo primero que debemos hacer es dar gracias, ser agradecidos con aquel que nos dio de lo suyo, debemos entender que todo le pertenece a Dios y si Dios nos ha permitido administrar algo de sus riquezas, entonces no temamos y nos desvivamos por conservarlas, de esta manera nos quitaremos el peso de las riquezas y pondremos atención a lo que verdaderamente requiere defensa, como el amor, la paz, la humildad, la generosidad, la fraternidad… Vivamos hermanos con el amor a las cosas de Dios y no a lo material que se corrompe y llena de avaricia nuestros corazones.

Que Dios los bendiga, en el precioso nombre de nuestro Sr. Cristo Jesús. ¡Amen!

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