sábado, 21 de mayo de 2016

La victoria de Abram y el rescate de Lot #010


La victoria de Abram y el rescate de Lot.
Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.
Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron. Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas, a los zuzitas, a los emitas, y a los horeos, todos estos que se rebelaron en contra de Quedorlaomer y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo.
Y entonces salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim, que es el Mar Salado;  cuatro reyes contra cinco.
Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.
Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.
Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.

Como hemos escuchado, cuando Abram habitaba en la tierra de Canaán los reyes de aquella tierra tendrían guerra en contra de una unión de reinos que dominaban el mundo antiguo dirigidos por Quedorlaomer Rey de Elam, estos reinos habitaban en lo que hoy conocemos como la Babilonia antigua, Grecia y Roma antigua, en total eran 4 Reyes en contra de los 5 reyes de Canaán en el área donde habitaba Lot principalmente.
Cuando se movilizaron los reinos comandados por Quedorlaomer para atacar a los reyes de Canaán, atacaron primero a otros 6 pueblos que se habían revelado en contra de ellos, esto es, en contra de Quedorlaomer y sus aliados, y terminando la guerra victoriosamente en contra de estos traidores, salieron a la batalla los 5 reyes de Canaan, o sea, el rey de Sodoma donde habitaba Lot, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zaboim y el rey de Bela, justo en el valle de Sidim, el cual es el mar Salado, o mar muerto como lo conocemos hoy. Y menciona la biblia que este terreno estaba lleno de posos de asfalto en los cuales cayeron los reyes de Canaán cuando estaban huyendo. Así que, estos reyes de Canaán perdieron la batalla y huyeron. Así que los reyes tomaron todas las posesiones de los Cananeos y se llevaron prisionero a Lot entre sus pertenencias.
Pero uno de los que escaparon, vino hasta donde habitaba Abram, y Abram cuando escucho lo de su sobrino Lot armo a los criados de su casa, un total de 318 personas y salió y los embosco por la noche y los persiguió hasta el Norte de Damasco, y recupero todos los bienes de los reyes de Canaan y a su sobrino Lot.
Y finalmente escuchamos, que cuando venía de regreso Abram de la batalla, Salió a recibirlo el rey de Sodoma y Melquisedec Rey de Salem Sacerdote de Dios Altísimo y lo bendijo con Pan y Vino “Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano.”  Melquisedec Rey de Salem, rey de Jerusalén, rey de paz, rey de justicia rey de la tierra prometida para Abram por parte de Dios; de este personaje no se habla mucho, tal como nos corrobora la carta a hebreos en el capítulo 7: “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”. Este sacerdote sin principio ni fin, que solo sale de la nada a bendecir a Abram, quien intercede por Abram y quien habla por sí mismo con Dios, nos inspira verdaderamente a elevar nuestros pensamientos a Cristo Jesús, quien puede interceder por ti ante Dios, y quien pide directamente a Dios por ti. Nuestro sumo sacerdote Eterno e indestructible (Heb 7:16), a quien Abram le dio el diezmo de todo por gratitud, porque Abram gano la batalla en contra de los 4 reyes y no la gano solo, la gano porque la mano de Dios estaba con él. Cuando nosotros recibimos una bendición, cuando nos hemos propuesto hacer algo y lo logramos, cuando oramos y nuestras oraciones son escuchadas, cuando sabemos que tenemos a un intercesor que ora por nosotros constantemente, ¿no debemos ser gratos? ¿más que Abram?, recordemos que estos eran hombres comunes, representantes de lo que había de pasar en Jesús cuando Jesús tomo el pan y el vino, el alimento para nuestras almas, mientras que Abram y sus aliados satisficieron sus entrañas nosotros satisfacemos el alma. Cuanto no debemos de dar, cuanto si no es todo, pues somos de su propiedad, comprados por su sangre.
También el Rey de Sodoma, quiso agradecer el favor de Abram ofreciéndole bienes; pero Abram siendo ya rico por gracia de Dios, no permitió que un Rey malvado se tomara el papel de pagar algo que venía por parte de Dios. Esto nos enseña, que no podemos recibir dinero o regalos de cualquier persona, más cuando sabemos que son personas que sus bienes son mal habidos, pueden venir a dar diezmos u ofrendas por alguna oración o buen acto del hermano cristiano, pero el favor de Dios no tiene precio y nosotros debemos saber con que corazón lo hacen y de donde procede su regalo.
Hermanos, las guerras son acontecimientos constantes en la vida humana, lo vemos que, desde el principio de la existencia del hombre las guerras tienen lugar en cada tribu, cultura, nación, lengua, y son desafortunadamente provocadas por el amor al Poder, hay quienes defienden su territorio, y hay quien lo ataca, uno por mantener lo que cree que es suyo y el otro conquistar lo que cree que por su fuerza le pertenece. Miremos en Abram que confía en Dios, y que, si Dios nos ha dado algo, él se encargara de mantenerlo. Nunca olvidemos la gracia que Dios tuvo con nosotros al darnos al sumo sacerdote nuestro Sr. Cristo Jesús, el regalo más grande y necesario para vivir esta vida. Su ejemplo de vida debe ser la base para formar la nuestra, la vida basada en el amor, el amor A Dios sobre todas las cosas, y el amor al prójimo como a uno mismo.

Que Dios los bendiga hermanos esta semana en el nombre de nuestro Sr. Cristo Jesus y nos vemos en la próxima con un poco más. Amén.

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