domingo, 21 de agosto de 2016

Genesis 22 - La gran prueba de Abraham - Podcast #018

Libro de Génesis Cap. 22, Podcast #018
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz. Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba. Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano: Uz su primogénito, Buz su hermano, Kemuel padre de Aram, Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y Betuel. Y Betuel fue el padre de Rebeca. Éstos son los ocho hijos que dio a luz Milca, de Nacor hermano de Abraham. Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.

Como hemos escuchado, tiempo después que Abraham despidió a Agar con su hijo Ismael, Dios habló a Abraham para probarlo. Dios estaba preparando la Fe de Abraham desde su primer encuentro en Ur de los Caldeos hasta este último acontecimiento, donde después de 50 años, Abraham nos dará a toda la humanidad la revelación de la redención a través de la cruz de nuestro Sr. Jesús. Santiago en su carta nos explica como Abraham ejecuta la fe con obras, Obras de la Fe, no obras de la Ley, en el Cap. 2 vers. 20-24 diciendo: “¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios.” Dios perfecciono la Fe de Abraham, para llegar a la obra de la cual hablaremos en este capítulo.
Dios habla con Abraham y le dice que tome a su hijo único, a Isaac, a quien Abraham ama y lo lleve a tierra de Moriah y lo ofrezca en holocausto en uno de los montes de aquel lugar que el Sr. Le mostrara.
Como sabemos Abraham no solo tenía a Isaac, tenía también a Ismael, pero Dios le dice que tome a su único hijo, al que ama, a Isaac. Dios separo a Ismael de Isaac, pues el heredero de la promesa era Isaac y el único en el que Dios cumpliría su promesa de bendecir a todas las naciones del mundo, porque de éste vendría nuestro Sr. Jesús. Aquí también encontramos la palabra amor, la cual es usada por primera vez en la biblia y con un contexto de sacrificio; en el evangelio de Juan 3:16 “nos dice: que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Creo que el primer mensaje de amor que Dios nos revela en su escritura, es el de un Padre hacia un hijo, Abraham tendría que enfrentarse a ese amor, y a esa confianza en Dios para hacer lo que hizo.
También es interesante saber, que el mismo monte donde se construyó el templo y donde nuestro Sr. Jesús entrego su vida, es el mismo donde Abraham estaba subiendo para entregar a su hijo en holocausto.
Abraham se levantó de mañana, atendiendo inmediatamente a la orden de Dios, preparo un asno, corto leña, tomo dos siervos y emprendió el viaje hacia el lugar donde Dios le había dicho, una vez allí, al tercer día de la excursión, ordeno a sus siervos esperar con el asno, y tomando la leña para el holocausto, la puso sobre su hijo Isaac, tomo también fuego y el cuchillo para el sacrificio, y subió Abraham juntamente con su hijo Isaac al monte para adorar al Señor. Recuerdo cuando era más joven, veía un programa de televisión donde pasaban una caricatura llamada la biblia, donde te pasaban caricaturas bíblicas, y recuerdo que cuando vi la historia de Isaac, siempre veía a un niño yendo con su padre anciano Abraham, pero la leña necesaria para un sacrificio de tal magnitud, es realmente mayor que la que solía ver en la televisión, Isaac, no era un niño, Isaac era un joven, de quizás 20 años o más, hay quienes aseguran que tenía 33 años. La edad de nuestro Sr Jesús cuando fue crucificado, pero el punto es que no era un niño indefenso a merced de su padre Abraham, era un joven lo bastante fuerte para cargar la leña la cual sería usada para su propio holocausto. En este pequeño versículo podemos encontrar bastantes similitudes entre nuestro Sr. Jesús e Isaac, siendo él quien carga su propia leña, siendo obediente a su padre subió juntamente a adorar a Dios. Isaac le pregunta a Abraham respecto al cordero, diciendo, no hay cordero para holocausto, y Abraham lo consuela diciendo Dios proveerá cordero. Y En efecto, Dios nos proveyó de cordero.
Cuando llegan a la sima y preparan el altar para el sacrificio, Abraham ata a su hijo Isaac y lo pone sobre el Altar. Isaac era un joven con la suficiente fuerza para huir del lugar y no permitir que su padre lo amordace y lo sacrifique, pero esta parte me encanta por parte de Isaac, Isaac confiaba en su padre, creo realmente que Isaac veía en su padre un hombre de Fe en Dios, un hombre que seguramente a lo largo de su vida le demostró su fe hacía con Dios, estoy seguro que vio poder revelador de Dios hacia su familia incontables veces, y esto lo convertía en un joven que sabía dejar las cosas en manos de Dios, Dios proveerá, y como siervo de su padre se entregó, mansamente, se dejó amordazar y recostar sobre el altar de leña. Cuando Abraham extiende su mano con el cuchillo para degollar a su hijo, Dios lo llama desde el cielo y le dice que se detenga.
Cuando hablamos de Isaac, podemos sacar muy buen partido de ejemplos mesiánicos, ejemplos de los cuales solamente el Mesías cumpliría, y es justamente en el sacrificio, en la última prueba de fe que Dios le hace a Abraham, que Dios detiene el sacrificio de Isaac, ya que el sacrificio del cual nosotros debemos siempre voltear, es el sacrificio de nuestro Sr. Jesús, aquél que como cordero manso se entregó humildemente a sus verdugos, los cuales lo inspeccionaron y dando de azotes lo llevaron hacia el monte de la calavera, donde 2 mil años antes Dios había prometido a Abraham un cordero, sin mancha, sin pecado, perfecto para la redención, no solo de un pueblo, sino de toda la humanidad. Nuestro Sr. Jesús, Santo es su nombre, Santo su sacrificio, muriendo una sola vez y para siempre.
Y cuando Abraham mira hacia sus espaldas, había un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, y Abraham lo tomo y lo ofreció en holocausto en el altar en vez que su hijo. Y Dios finalmente le reitera su promesa de que su descendencia sería incontable, como las estrellas del cielo y como la arena del mar, y en tu SIMIENTE serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Por último, en este capítulo se hace presente el nombre Rebeca, la que había de ser esposa de Isaac más adelante, nieta del hermano de Abraham llamado Nacor.
Hermanos, la Fe de nuestro padre Abraham fue de 0 a 100, Dios lo preparo para que en este último episodio en la vida de Abraham, resaltase su confianza hacia Dios. De la misma manera, Dios nos sigue preparando, día con día, con experiencias en nuestras vidas, con nuestras luchas, pero sobre todo con nuestras victorias, para poder ser perfectos en la fe, logrando obras en la Fe para la gloria de Dios.


Que Dios los bendiga hermanos esta semana, llevándolos en estas obras de la Fe a lo largo de ésta, y nos vemos en la próxima con un poco más.

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