El libro de
Mateo capítulo 2-a, Podcast #002
Cuando Jesús
nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a
Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha
nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. (Mat 2:1-12)
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.
Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. (Mat 2:1-12)
Como hemos
escuchado, nuestro Sr Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos de Herodes,
y por esas fechas llegaron a Jerusalén unos magos de Oriente. Es importante
mencionar, que Mateo cuando escribió este evangelio tenía la visión de alcanzar
a los judíos conocedores de la ley de Moisés y sus profetas, y para lograr eso,
era necesario comprobar que todas las profecías que hablaban de la llegada del
mesías se cumplieron en Jesús:
El mesías
debía nacer en Belén (Miq 5:2)
Tenía que
ser llamado a salir de Egipto (Ose 11:1)
Tenía que
haber un gran llanto en Rama (Jer 31:15)
Y tenía que
ser llamado Nazareno (Isa 11:1)
Estas 4 profecías
las veremos cumplirse a lo largo de este capítulo que nos escribió Mateo.
Cuando
Mateo menciona a unos Magos de Oriente, se refiere a unos sabios de oriente,
hombres que estudiaban las estrellas y que pertenecían al Este alejados de
Israel, muchos investigadores y estudiosos consideran que estos sabios eran
descendientes del exilio a Babilonia, cuando Judá fue exiliado a Babilonia en
los tiempos del Profeta Ezequiel, y que conociendo las profecías emprendieron
el viaje en busca del rey de los judíos guiándose por una estrella en el
occidente.
Es
interesante observar que a pesar que estos sabios de Oriente seguían la
estrella, éstos se desviaron para llegar primeramente a la capital de Israel, a
Jerusalén, seguramente por cuestiones políticas por estar entrando a un imperio
extranjero; y a mi percepción, también esperando recibir noticias por parte de
los seguidores de la Ley, por parte de los escribas y fariseos, hombres que
debían haber estado enterados de la estrella y las profecías mucho mejor que
ellos. Pero lejos de encontrar una gran emotividad al respecto, Herodes rey de Judá
en aquel tiempo, no estaba ni enterado de las profecías del mesías, y los
conocedores de las escrituras judíos, a pesar que conocían las profecías, no
los llevaba ver su cumplimiento, estaban ciegos. Es triste saber que hoy en día
vivimos algo muy similar a lo que paso con los judíos en aquel tiempo; todos
como cristianos sabemos que nuestro Sr Jesús está próximo a regresar, las
profecías que hablan de esto se están cumpliendo, las advertencias por parte de
nuestro señor Jesús y sus apóstoles están dando evidencia hoy en día más que en
cualquier otra época, que nuestra generación muy probablemente vera con sus
ojos a Jesús. Pero a pesar que conocemos esto no le damos el interés que
merece; somos como aquellos judíos que conociendo las escrituras no les movía a
buscar de Jesús como aquellos sabios extranjeros que venían desde oriente
lejano para dar reconocimiento de que Dios había llegado a esta tierra.
Cuando
Herodes consulta con los sacerdotes y escribas respecto a la noticia, éste
turbado y turbando a toda Jerusalén por la visita y la noticia, quiso tomar
ventaja llamando en secreto a los Magos y enviándolos a Belén para que le
dieran noticias del niño y el fuera personalmente a adorarle. Si buscamos en la
historia acerca de la vida de Herodes podremos encontrar como era este hombre,
un hombre lleno de lujuria, lleno de orgullo, lleno de perversión, un hombre
que mando a matar a varias de sus esposas, a varios de sus hijos por supuestas traiciones
y complots en contra de él, además de la muerte de varias personalidades que le
rodeaban. Creo que, con este perfil en una persona al mando de un poblado,
cualquiera se perturbaría cuando a éste se le ha metido una idea. Y
efectivamente, esto había pasado con Herodes, se perturbo y lo que hizo después
de esto su atroz.
Entonces
los sabios de Oriente se marcharon hacia Belén, y siguiendo la estrella los
llevó hasta donde el niño estaba y se llenaron de gran gozo. Es importante
notar que nuestro Sr. Jesús ya no era un bebe cuando llegaron los sabios de
Oriente, por lo menos tenía 1 año de edad y ya no estaba en los brazos de María,
tampoco vivían en un establo, ya que nuestro Sr. Jesús solamente nació en el
establo por razones del censo que había en aquel entonces y no había morada
para ellos (Luc 2:1-7), pero cuando llegaron los Sabios ya estaban en una casa.
Estos magos adoraron a Jesús y se postraron ante él, y abrieron los regalos que
le llevaban; Oro, Incienso y Mirra. Creo seguramente, que estos sabios,
habiendo viajado desde muy lejos, no solamente llevaban estos 3 regalos, pero
Mateo pone énfasis en estos 3 regalos ya que representan el propósito por el
cual Jesús nació.
El oro,
representa la realeza, y nos señala que Jesús llego a esta tierra como Rey.
El incienso,
representa su sacerdocio, aroma agradable a Dios según nos enseña el libro de Levítico
y que debía estar en el altar, cosa santa, cosa apartada para Dios.
Y la Mirra,
representa su muerte, en los tiempos de Jesús y antes se preparaban los cuerpos
con mirra o ungüentos de mirra especialmente a personalidades, como reyes y
príncipes antes de ser sepultados, Dios incluso especifica como preparar el
aceite de unción a base de mirra (Exo 30:23)
Estos
mismos Magos, que como debemos entender no eran tres, sino 3 regalos, y de
seguro toda una comitiva para hacer ese gran viaje, fueron avisados en sueños
de no regresar a Herodes y abandonaron el lugar usando otro camino.
Hermanos,
el acontecimiento universal del nacimiento de nuestro Sr. Jesús paso
desapercibido por muchos, inclusive como lo muestran las escrituras, por
principales del sacerdocio judío y demás habitantes de las regiones aledañas a
belén que conocían las profecías, menospreciando de esta manera la veracidad de
la palabra de Dios y su instantáneo cumplimiento. Sin embargo, Dios guardo un
pequeño remanente que reconoció el nacimiento de nuestro Sr. Jesús y se
regocijó del cumplimiento de las profecías.
Deseo
hermanos de todo corazón, que ustedes que escuchan este Podcast sean parte de
ese remanente, que como dicen las escrituras en Mateo 24:27 “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece
hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.”
Que Dios
los bendiga hermanos esta semana, y nos vemos en la próxima con un poco más. En
el nombre de nuestro Sr. Cristo Jesús, ¡Amén!
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