sábado, 1 de julio de 2017

Genesis 23 - La Muerte Sara - Podcast #19



LA MUERTE DE SARA
 Libro de Génesis Cap. 23, Podcast #019
Abraham, le pido a los heteos que le vendieran de la tierra que en ese momento les pertenecía a ellos, a pesar de que Abraham tuviera la promesa por parte de Dios de que toda esa tierra seria para su descendencia, él les solicita una parte en la región de Hebrón, al sur de lo que hoy conocemos como Jerusalén y al oeste del mar muerto, la cueva llamada Macpela para sepultar a su esposa en ese lugar que le vendieran. Abraham, no pidió que le regalaran la cueva, él quiso pagar el precio justo por la propiedad. En aquel tiempo, la gente dueña de las tierras no vendían en si terrenos ya que no se consideraban propiedades, pero las sepulturas si así como los poso de agua, eran lugares que si se apropiaban y era necesario comprarlos para demostrar su pertenecía. Abraham pidió el precio justo por esta heredad ya que iba a sepultar a su amada mujer.
Recordemos que Abraham estaba muy dolido por la muerte de su esposa, la compañera en esta gran comisión que le había dado Dios, una mujer que abandono su lugar de residencia en Ur de los Caldeos para ir a una región desconocida, abandono a su parentela y se fue junto con su esposo al lugar que Dios les mando donde les daría descendencia; una mujer que arriesgo su vida en varias ocasiones por salvar la de su esposo y donde Dios les dejo observar su poder al rescatarla en cada una esas tribulaciones; una mujer que a pesar de sus errores tenía la Fe en que Dios cumpliría su promesa de mandarle a un hijo, y que preciosa promesa, ese hijo que nos trajo a todos la salvación de nuestras almas, ya que de Isaac vendría nuestro Sr Jesús. Bendito sea nuestro Padre eterno que en todo cuido detalle, desde esas fechas ya estaba el plan para ti y para mí, el plan de la redención a través de su hijo amado, su único, Jesús. Es precioso como lo habla Pablo en su carta a los Gálatas 4:31 “De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.” Y en Romanos 9:7 “ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.”
Algo precioso que debemos notar en las escrituras acerca de Sara, es que es ejemplo para las mujeres, Sara, mostro fidelidad a su esposo, mostro obediencia y esto la elevo a ser mencionada en la primera epístola del apóstol Pedro 3:1-6 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza”. Sara una mujer de Fe, una mujer estéril que dio a luz a un hijo llamado Isaac por creer en la promesa de Dios, Pablo nos habla de esto es su carta a los hebreos 11:11 “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido.”
Abraham hace negocio justo con Efrón heteo para adquirir el campo donde se encontraba la cueva de Macpela, Abraham hace una negociación justa y honrada, él pago el precio justo para dejar herencia inclusive para parte de su descendencia, más adelante observaremos que en esta heredad sepultaron a Isaac, a Rebeca, Lea y a Jacob siendo esta cueva el sepulcro de los patriarcas.
Hermanos quiero destacar 3 puntos que creo son importantes este capítulo 23 del libro de Genesis:
Primero, la perdida de algún familiar cercano como podría ser los más allegados como nuestras esposas, nuestros padres, nuestros hermanos e incluso nuestros hijos son situaciones difíciles de sobrellevar, Abraham nos demuestra su dolor al derramar lágrimas por su esposa Sara, su deseo era sepultarla y llorarla. Está bien llorar hermanos, es una perdida dolorosa, yo hasta este momento no he perdido a mis seres queridos más cercanos, pero recuerdo muy bien la muerte de mi abuelo y el impacto que provoco en mi familia, especialmente en mi padre, era un dolor inexplicable ya que en mi familia nunca se había dado una muerte tan cercana como la del abuelo; hubo abundancia de lágrimas y dolor. Nosotros hermanos tenemos derecho a llorar, pero no olvidemos la promesa preciosa que nos dejó nuestro Sr Jesús, Juan 11:25 “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” La muerte física hermanos no es el final, sino el comienzo de algo maravilloso y eterno. No saben cuan agradecido esto a Dios por esta palabra, llena mi corazón de esperanza y perseverancia, espero que a ustedes también.
En segundo lugar, es que tenemos que estar preparados para estos eventos hermanos, es 100% probable que estaremos en algún momento de nuestras vidas involucrados en este problema ya sea con alguien más o con uno mismo, y debemos prevenir esto en cuanto tenemos conciencia de la muerte; yo hermanos soy un hombre joven y estoy aprendiendo con ustedes, estos podcasts son mis estudios que se los comparto, y bueno hoy he sentido la necesidad en mi corazón de prevenir este problema en el que estaré involucrado tarde que temprano, es muy triste ver como casi todos los domingos acá en el sur de california se observan familias pidiendo dinero para funerales por estas pérdidas repentinas, y con el dolor de su corazón están horas y horas en medio del sol con la esperanza de la ayuda. Hermanos cuidemos eso para no vernos de esa manera o preocupar a nuestros familiares con nosotros mismos. Y también ayudemos cuando veamos esta necesidad, también es un buen momento para predicar el evangelio.
En tercer y último lugar hermanos, aunque ya lo mencioné hace poco, no puedo dejar de mencionarla, la esperanza hermanos, al final de esta vida se encuentra la luz admirable de nuestro Sr Jesús esperándonos con sus brazos abiertos de lado a lado, esto es para nosotros, los de la Fe, nosotros no experimentamos obscuridad en la muerte, sino luz, no hay tristeza en el corazón del moribundo sino una gran alegría, es el momento de nuestra graduación, hemos perseverado hasta el final, me gusta mucho la parte final del libro el progreso del peregrino, donde dice esto:
Entonces ambos se dirigieron al agua; y al entrar, Cristiano comenzó a hundirse, y gritando a su buen amigo esperanza, le dijo: Me hundo en aguas profundas; las ondas cubren mi cabeza, y todas sus olas me sobrepasan!
Entonces dijo el otro: “Ten buen ánimo, hermano; siento el fondo, y es bueno”. Y dijo Cristiano: Ah, amigo mío, las tristezas de la muerte me han rodeado; no veré la tierra que fluye leche y miel. Cristiano recordaba sus pecados y sus maldades antes de ser cristiano y después de serlo y todo esto hacia que se hundiera más en el agua y a Esperanza le costaba mantenerlo a flote, así que Esperanza se esforzaba por consolarlo, diciendo: Hermano veo la puerta y a hombres que están allí a la espera de recibirnos. Pero Cristiano le respondía: Te esperan a ti, tu has tenido esperanza desde que te conozco. Y tú también le contesto él a Cristiano. A lo cual esperanza añadió estas palabras: Ten buen ánimo, Jesucristo te hace sano. Y Cristiano dijo en alta voz: Oh, le veo otra vez! Y me dice: cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y los ríos no te hundirán. Entonces ambos cobraron ánimo, y el enemigo quedo después de esto tan quieto como una piedra hasta que los 2 hubieron cruzado. Cristiano, por lo tanto, encontró terreno firme donde pisar; y se dedujo que el resto del rio no era profundo. Así cruzaron.
Y en la rivera del rio, al otro lado, vieron otra vez a los Hombres Resplandecientes, que les esperaban. Y cuando salieron del rio los saludaron, diciendo: Somos espíritus ministradores, enviados a ministrar a aquellos que serán herederos de la salvación. Y fueron juntos hacia la puerta.
Que precioso hermanos, no lo creen? Bueno a mí me encanta esta cita.
Hermanos, que Dios los bendiga esta semana, estamos retomando este libro de Genesis que es precioso, también nos pueden seguir en nuestro devocional que hacemos casi diario del evangelio de Juan y los podcasts del evangelio de Mateo.

Que Dios los bendiga y hasta la próxima con un poco más. En el precioso nombre que es sobre todo nombre, Nuestro Señor Cristo Jesús. Amen!.

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