13 de Enero
1Reyes 22:48
"Josafat
había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no
fueron, porque se rompieron en Ezión-geber"
En el reinado de Salomón,
los barcos que se mandaron a Ofir por oro habían regresado a salvo, pero los
buques de Josafat nunca llegaron a la tierra de oro. La Providencia de Dios
prospera a unos y frustra los deseos de otros, en el mismo negocio y en el
mismo lugar, sin embargo, el Gran Gobernante, Dios, es tan bueno y sabio en
ambos casos.
Demos gracias a Dios nuestro Señor por los barcos quebrados en
Ezión-geber, así como por los buques cargados de bendiciones temporales; No
envidiemos los éxitos de los demás, ni murmuremos nuestras pérdidas como si
fuéramos singular y especialmente probados. Como Josafat, podemos ser preciosos
a la vista del Señor, aunque nuestros planes terminan en desilusión.
La causa secreta
de la pérdida de Josafat es muy importante notarla, porque es la raíz de una gran
parte del sufrimiento del pueblo del Señor; Esta causa fue su alianza con una
familia pecadora, su comunión con los pecadores. En 2Cr 20: 37, se nos dice que
el Señor envió un profeta para declarar: "Por cuanto has hecho compañía
con Ocozías, Jehová destruirá tus obras.". Esta pérdida de Josafat fue un
castigo paternal, pues a pesar de la desobediencia de Ocozias, tal parece que
Dios lo bendice al mismo tiempo; y esto lo vemos cuando leemos el versículo que
sucede a nuestro texto principal, donde encontramos que el rey de Judá se niega
a permitir que sus siervos naveguen en los mismos barcos con los del rey
malvado, y esto les preserva las vidas a los siervos de Ocozías. ¡Dios quiera que
la experiencia de Josafat pueda ser una advertencia para todos nosotros, para
evitar las uniones de yugo desigual con los incrédulos! Una vida de miseria
suele ser la suerte de aquellos que están unidos en el matrimonio, en los negocios
o de cualquier otra manera, con los hombres del mundo. Oh hermanos, por ese amor
a Jesús que, como él, podamos ser santos, inofensivos, incontaminados y
separados de los pecadores; porque de no ser así, podremos escucharlo a menudo
decir: "Jehová destruirá tus obras".
Si corremos por
la bendición de nuestro Dios, corramos con integridad, para que la Providencia
de Dios no frustre nuestros planes, sino los fructifique. 1Re 22:48. Hasta mañana.
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