martes, 4 de octubre de 2016

Devocional Octubre 4 "Al caer la tarde habrá luz" Zac 14:7 Charles Spurgeon Dia


DEVOCIONALES INSPIRADOS EN “DIA Y NOCHE DE CHARLES SPURGEON”
4 de Octubre
Zac 14:7
"Al caer la tarde habrá luz"

Muchas veces miramos hacia adelante presintiendo el tiempo de la vejez, y nos olvidamos que al caer la tarde habrá luz.
Para muchos santos, la vejez es la temporada más esperada de sus vidas. Un fragante aire acaricia la mejilla del marinero al acercarse a la orilla de la vida eterna, un menor número de olas agitan su mar, reina la calma, profunda, quieta y solemne. Desde el altar de la vejez los destellos del fuego de la juventud se han ido, pero la llama más real del sentimiento sincero permanece. Los peregrinos han llegado a la tierra, Beula de Isa 62:4, ese país feliz, cuyos días son como los días de los cielos sobre la tierra. Los ángeles lo visitan, lluvias celestes soplan sobre él, flores del paraíso crecen en él, y el aire está lleno de música angelical. Algunos habitan aquí durante años, y otros vienen a ella por solo unas pocas horas antes de su partida, pero este es un Edén terrenal. Es muy posible que a lo largo de ese tiempo cuando recostamos en sus jardines, a la sombra de sus árboles nos satisfacemos con la esperanza de la llegada el momento cumbre. La puesta del Sol parece más grande que el Sol de medio día, y el resplandor de su gloria tiñe todas las nubes que rodean su ocaso. El dolor no rompe la calma del dulce crepúsculo de la edad, la fuerza se perfecciona en la debilidad que resiste con paciencia todo. Los frutos maduros de la experiencia selecta se cosechan como el alimento más maravilloso del atardecer de la vida, y el alma se prepara para el descanso.


El pueblo del Señor también gozará de luz a la hora de la muerte. El no tener Fe entristece; caen las sombras, la noche se acerca, y la existencia ha llegando a su fin. Pero NO para los de la Fe, que cuando la noche avanza, el verdadero día se cerca. La luz vine, la luz de la inmortalidad, la luz del rostro del Padre. ¡Recoge tus pies en la cama, observa los grupos de almas que están a tu alrededor! Ángeles te llevan flotando muy lejos. Adiós, amado, te has ido, y agitas tu mano en despedida. Ah, ahora la Luz. Las puertas del cielo están abiertas, las calles de oro brillan a la luz de jaspe. Nuestros ojos están cubiertos, pero tú ves lo invisible; adiós, hermano, tú tienes la luz del anochecer, una luz que nosotros aún no tenemos. Zacarías 14:7  hasta mañana.

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